Carros
Tipos de carros
Carro de caballo de cuatro ruedas transportando
pasto en
Rumania
Normalmente, los carros son tirados por
caballos,
mulas,
burros o
bueyes,
aunque también se emplean otros animales de tiro. Los carros de
transporte reciben diversas denominaciones en función de sus
características. En los de personas, los términos utilizados para los
vehículos de tracción animal son
coche de caballos o
diligencia. La
carreta2 es un tipo de carro largo, estrecho y más bajo que el común, con una lanza, en donde se sujeta el
yugo. La distancia entre dos o más ejes de un
carruaje3 cualquiera se denomina
batalla.
Historia
El carro llegó a
Europa y
Asia occidental en el cuarto milenio antes de Cristo, y al Valle del
Indo hacia el tercer milenio antes de Cristo.
[cita requerida]
Los carros han sido mencionados en la literatura ya en el segundo
milenio antes de Cristo. El libro sagrado Rigveda India afirma que los
hombres y las mujeres son tan iguales como dos ruedas de una carreta.
Pequeñas carretas de mano han sido utilizadas en muchas ocasiones a lo
largo de la historia. En el siglo XIX, por ejemplo, durante la migración
mormona hacia el actual territorio de
Utah en los
Estados Unidos, entre 1856 y 1860, se utilizaron estas carretas. Los llamados
rickshaw todavía pueden verse en la actualidad en ciudades del sureste asiático como transporte para distancias cortas.
Julio César en su carro de triunfo, Andrea Mantegna, 1484-1492.
En la
antigua Roma los líderes derrotados eran a menudo transportados en carretas durante la exhibición triunfal del general victorioso. Los
carros para la carrera tenían forma de concha puesta sobre dos ruedas, más alta por delante que por detrás, con una
lanza muy corta, a la cual se uncían cuatro caballos de frente. Los
carros de triunfo tenían una forma redondeada; el vencedor iba en él en pie y dirigía por sí mismo los caballos.
Servían también los carros para otras ceremonias: se llevaban en
ellos las imágenes de los dioses en el día de preces públicas; se ponían
también en los mismos las estatuas de aquellos cuya
apoteosis se hacía, e iban en ellos las familias ilustres que asistían a la fiesta. Los
cónsules,
al encargarse del mando, eran asimismo conducidos en ellos. Sin
embargo, la historia refiere que Camilo entró triunfante en Roma de este
modo, pompa que se hizo después ordinaria, pero que esta vez no cayó
bien a los republicanos. Durante el gobierno consular, los carros fueron
dorados; bajo los emperadores fueron de
marfil y hasta de oro. Se les rociaba con sangre para darles un aire más marcial. Los
carros cubiertos se distinguían de los otros por una cúpula cimbrada. Servían para uso de los
pontífices romanos y verosímilmente para las mujeres.
4
En Inglaterra, hasta su sustitución por los azotes, en virtud del
mandato de la Reina Isabel I, se utilizaban las carretas para
transportar al condenado a